Nuestros hijos

De los recuerdos que tengo de mi niñez hay uno que particularmente me gusta traer a la mente: cuándo me quedaba solo, lo cual pasaba con frecuencia, solía mirar un cuadro envejecido y alargado de marco dorado que estaba en frente de mi cama. Tenía dibujos y colores vivos y una leyenda que me gustaba repasar desde que me la leían y después cuando pude hacerlo por mí mismo.

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¨Los niños vienen en colores, pesos y tamaños surtidos. Se encuentran donde quiera: encima, debajo, dentro, trepando, corriendo, brincando.¨

 

 

Así empezaba el primer párrafo de un texto que quizás todos Uds. Han leído alguna vez. Ya han pasado algunos años desde que me quedaba contemplando el viejo cuadro, pero hoy más que nunca le encuentro una definición especial y profunda a esas frases que han perdurado con el tiempo, y perduran porque se volvieron a materializar esta vez en los hijos, la razón fundamental de muchas de nuestras metas y motor principal de nuestra nave; nadie cómo ellos, nadie que te ame de una manera tan incondicional como ellos, nadie a quien sientas que debes proteger más pero a la vez quien hace que todos tus temores desaparezcan.

 

Nuestra relación con ellos empieza de una manera muy profunda: para las madres imagino que debe existir esa conexión natural, esa vocecita que les dice que hay un alma habitando dentro de ellas. Para nosotros es un poco diferente: nos enteramos con una mirada, con una sorpresa y después de esa avalancha de sentimientos que nos inundan entre las que se cuentan el amor, el orgullo, la ilusión y el miedo, nuestra mente pasa de las cuatro mil revoluciones por minuto a un estado en el que, solos, pequeños, infinitesimalmente pequeños, callados y aterrados, entendemos que empezamos una relación para toda la vida.

 

Y es que los hijos aunque no sean nuestros por definición, porque son de ellos mismos, tienen un lugar en nuestra mente y nuestros corazones para siempre. No es algo puntual; no es sólo cuando son aún bebés y necesitan todo el cuidado, no es verlos dar el primer paso o verlos caer por primera vez, -caídas que a propósito nos duelen más a nosotros que a ellos-, no es sólo dejarlos el primer día de escuela, momento en el que comprendemos que el alma se parte en pedacitos y muchos se quedan con ellos. No es esa primera noche que pasamos desvelados en el hospital queriendo con todas nuestras fuerzas que se mejoren ni la primera vez que salen solos y que la noche se hace eterna tan sólo a las diez.. Son todos los días, todos los segundos, todas las mañanas que los vemos salir. Alguien precisamente me decía hace poco que las despedidas en la mañana son tan triviales y a la vez tan importantes: ¨Nos basta un abrazo y un beso para desearles lo mejor en sus días y aunque es algo que hacemos todo el tiempo, son gestos muy trascendentales porque nunca sabemos con certeza si van a volver.¨ Y aunque suene a tragedia tiene mucho de verdad. No son nuestros hijos pero les damos todo de nosotros.

No sólo tenemos una gran responsabilidad con ellos para cuidarlos sino que además es preciso que les enseñemos. Sin haber recibido ninguna instrucción previa, somos los responsables por el crecimiento de nuestros pequeños. Parece que nos sueltan al ruedo a realizar una tarea para la que naturalmente somos diestros, pero que en cada momento se nos presenta como un reto monumental. La realidad es que todo está dentro de nosotros, en nuestra mente y podemos hacerlo.

 

¿Han oído hablar de la disciplina con amor y cuidado? ¿Han leído que a veces hace falta más mano dura? ¿Qué a nosotros nos educaron con correa y mira lo buenos que salimos? Hay un millón de teorías allá afuera, tratados que nos dicen cómo educarlos, sin embargo todo está dentro de nosotros. Es importante leer, pedir ayuda cuando hay que hacerlo, pero somos nosotros los que más los conocemos y quienes están más cerca de ellos. Hay que tomar esa ventaja.

En medio de ese aprendizaje común de ellos y nosotros, se nos olvida que fuimos traviesos, que quemamos insectos con lupa, que prendimos fogatas dentro de la casa, que llenamos la piscina inflable encima de la cama. Se nos olvidan todas nuestras pilatunas y en cambio recordamos lo difícil que era todo para nosotros y pretendemos, a veces, que crezcan perfectos para un mundo como el nuestro. Recuerdo una vez que le hablaba a mi hija de lo dura que era mi época de colegio, de las restricciones, de los apagones,

  • ¿Cuál internet? Le decía,
  • ¿Google? No, nada que ver. Con suerte teníamos la enciclopedia ilustrada Larousse.

Después de escucharme pacientemente me miró con sus enormes ojos negros y me dijo:

  • Eso era en tu época Papi.

¡Y tiene razón! El mundo cambió: Para nosotros hablar inglés era un valor agregado, hoy es una necesidad, nuestros proyectos consistían en ver un documental sobre una presa y después hacer un ensayo, hoy se van a la presa tres días y aprenden de primera mano el funcionamiento, los ciclos del agua y hacen conciencia sobre el medio ambiente. El mundo cambió: a algunos de nosotros nos educaron con uno que otro correazo, no sé si salimos tan buenos, pero si es que lo somos, entonces debemos asegurarnos que educamos a los hijos con menos violencia y mejores ejemplos. El mundo cambió y nosotros debemos hacerlo también.

 

No es sencillo educarlos, es fácil caer en el regaño, en levantar la voz, en volvernos agresivos pero también podemos generar en ellos amor, coraje, lucha, podemos reconocer sus pequeños triunfos y levantarlos en las derrotas. No digo que no haga falta disciplina, digo que una buena comunicación consigue mucho más porque los niños te dan de lo que reciben. Voy a permitirme cerrar con una historia personal y unas preguntas abiertas:

 

Cuando mi hija tenía unos pocos años empecé a inculcarle disciplina, no hagas esto, ¡cuidado!, no grites, quizá replicando el modelo que yo había experimentado de mis padres y que, había funcionado. Nunca noté que tanto la había alejado hasta un día que regresó de viaje y me saludó muy juiciosa, derechita, casi formal. La abracé tan fuerte como pude mientras le contaba todo lo que la había extrañado, le hice todas las fiestas posibles tratando de mostrarle lo feliz que estaba de verla. Me regaló un abrazo con todas sus fuerzas, se quedó cerquita a mí sin soltarme como diciéndome: también te extrañé papá. ¡Los niños te dan de lo que les das!

 

Los hijos son hermosos, incondicionales, expresivos, originales, te aman 17 40 (la definición de infinito de un niño de tres años), son expertos en devolverte la esperanza, en acompañarte y son para toda la vida. ¡Y sí! Sé que ya dije que no son nuestros, pero bueno, digamos que lo son en nuestros corazones.

 

Tenemos en nosotros mismos todas las herramientas para hacer lo mejor de ellos pero una buena comunicación es clave para hacerlo. No hay métodos seguros, hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas por aprender de lado y lado, es un mundo diferente y debemos prepararlos para ese nuevo ambiente. No es fácil, pero sí muy entretenido.

 

¿Qué tan importante es la buena comunicación con los hijos?

¿Qué tanto les dicen a sus hijos que los aman?

¿Disciplina con amor y cuidado?

 

Todo lo mejor y feliz Diciembre, es el último mes del año y por consiguiente tiene que ser el mejor.

7 comentarios sobre “Nuestros hijos

  1. Los hijos, que tema más complejo y hermoso! hay tantas cosas que hablar sobre ellos…

    Ser padres es para mí la labor más exigente y comprometida, pero al mismo tiempo la más sorprendente, motivadora y gratificante. La que demanda más coraje de nuestra parte porque al tenerlos sin duda nos exponemos a todo tipo de dolor, pero que nos recompensa regalándonos una nueva forma de amor; la más natural, la más desinteresada y la más leal!

    Es una gran responsabilidad tener hijos ! una que no podemos evadir por eso es una decisión que nunca es simple… Yo tuve la fortuna de convertirme en madre por decisión, lo quería! Lo pensé, lo soñé, lo planifiqué y lo realicé y eso lo hizo diferente; pero no siempre fui esa persona organizada, por eso entiendo y respeto a las parejas que deciden no traer hijos al mundo (yo misma en algún momento llegue a pensarlo), aunque tengo que decir que en este punto no puedo evitar pensar que al hacerlo renuncian a mucho; tal vez porque para mí sin decir que ha sido sencillo, porque no lo es ! Si ha sido una experiencia maravillosa que me cambió la vida para hacerla más completa. Igual se que las condiciones no son las mismas para todos, ni siquiera lo son para nosotros mismos en diferentes etapas de nuestra vida; es una realidad que no todos nacimos para ser padres, no todos tenemos la paciencia o mejor la disposición para tratar de la forma adecuada con los niños y es mejor ser honestos, que hacer algo por los motivos equivocados, sobretodo en algo que es tan importante.

    Pero los que nos embarcamos en esta aventura necesitamos hacerlo a conciencia y ser fuertes! Creo que esta tarea nos expone al fracaso más que cualquier otra y que miedo da eso! Es verdad que podemos fallarles, porque es real que mucho del resultado de nuestra labor como padres, termina siendo un factor determinante para que se desarrollen y lleguen a ser los adultos que esperamos.

    Y como no errar?

    En efecto no existe un manual para hacerlo bien ! Y en cambio si existe tanta información por ahí suelta, alguna muy útil; pero también mucha otra infundada, subjetiva e irresponsable; que se vuelve difícil decidir aveces que es lo mejor para ellos. Igual lo que le sirve a uno, no necesariamente le sirve a otro y esto lo hace aún más complicado. Pero en eso consiste la magia ! Todos los niños son diferentes; (incluso siendo gemelos idénticos), cada uno tiene sus propias necesidades , maneja su propio proceso de desarrollo y aprendizaje que trae un ritmo específico. En resumen, requiere de nosotros algo distinto… Cada uno es un reto y no hay nada que haga tu vida más significativa que tener un motivo valido y permanente por el cual luchar cada día !

    Claro que es fácil equivocarse a la hora de ayudar a formar a una personita. He visto cometer tantos errores de padres hacia sus hijos «en nombre del amor por ellos» Y no lo digo por juzgar; creo que todos queremos hacer siempre lo mejor para ellos, solo que aveces no sabemos como hacerlo. No existimos los padres perfectos, todos en mayor o menor medida nos equivocamos ! Pero la idea es hacerles el menor daño posible. Que cuando erremos, lo reconozcamos; asumamos nuestra responsabilidad y tomemos medidas, somos humanos y nos deben ver así ! Es válido pedirles perdón y sobretodo hacer lo necesario para que cuando volvamos a hacerlo, al menos no sea con lo mismo.

    Por eso si es importante que nuestros actos sean congruentes con lo que decimos y sobretodo con lo que prometemos o a lo que nos comprometemos con ellos, es decir, estamos obligados a enseñar a base de la coherencia y el ejemplo; debemos aprovechar ese amor infinito que nos inspiran ellos, para cambiar nuestros defectos, para mejorar como personas; que si aún no lo hemos hecho por nosotros mismos, tengamos la valentía de hacerlo por ellos. Los niños de ahora no pasan entero, no se conforman con un no y punto. Requieren mucho más que eso… Sin embargo, si necesitan escucharlos! Es importante decir No, (pero que sea con argumentos y no por nuestra conveniencia o basados en nuestros propios miedos ) en la medida que podamos hacerlo de la forma correcta ellos van a aprender a hacerlo también y que tan importante lección es esa. A mí misma me ha costado mucho ese tema, y me hubiese ahorrado muchos malos ratos de haberlo tenido claro desde un comienzo.

    Si, no es fácil… Pero podemos trabajar en nosotros para desarrollar una buena relación con nuestros hijos y sobretodo para estar para ellos. Mi experiencia personal se podría calificar como limitada, por eso no me atrevo a dar consejos; pero si he visto, he escuchado y he vivido algunas cosas y por eso me animo a mencionar algunos errores en que sin importar lo repetidos que suenen, muchos terminamos cayendo en ellos y que con esfuerzo podemos evitar … No sé si le sirvan a alguien más, pero yo trato de aplicarlos.

    Procuremos no caer en ese juego típico de compararlos y pretender que sean los mejores en todo. Siempre existirán padres que por expresar su orgullo, terminan siendo presumidos, y otros influenciables que se dejan afectar por estas cosas; este mundo ya les exige demasiado para que nosotros como sus guías dejemos de ser su apoyo para convertirnos en otra presión más para ellos (una que por lo general suele ser inflexible e implacable), saturamos a nuestros niños con exigencias precisas de cómo deben comportarse en cada situación y como hacer cada cosa; incluso qué y cómo deben comer, como se deben vestir como se deben parar, cómo deben saludar y hasta lo qué deben o no deben decir. Vivimos predicando que nuestra prioridad es que sean felices y libres pero queremos controlar absolutamente todo en ellos. Démosles el chance de ir eligiendo, claro todo a su tiempo; no vamos a poner a decidir que almorzar a un bebe de menos de dos años; pero debemos irles dando libertad; que desarrollen su personalidad y sepan que tienen voz y que está vale.

    No intentemos ser amigos de ellos, ese no es nuestro papel en su vida ! Se vale entenderlos y hasta ser geniales cuando se puede, pero que no nos de temor ser todo lo contrario cuando no corresponde. He visto casos en que eso intentan hacer los padres y tristemente ninguno ha funcionado, el paso del tiempo trae consigo muchas cosas; o debería ser así ! experiencia, aprendizaje; madurez; por lo que es antinatural que coincidamos en todo con ellos ! Si es así; algo seguramente está fallando con nosotros e inmediatamente dejamos de ser lo que ellos necesitan. Ellos ya tienen sus amigos, seamos responsables y ocupemos el lugar que nos corresponde.

    Tampoco les demos todo lo que pidan; muchos de nosotros crecimos con restricciones y si tenemos la posibilidad queremos compensarlos a ellos para que no pasen por lo mismo! Creo que es maravilloso amarlos y demostrarles ese amor verbalmente y de todas las formas posibles; que cada oportunidad que tenemos para hacer su vida mejor, la tomemos; pero ningún exceso es bueno, invirtamos en la mejor educación posible, si se les puede brindar la oportunidad de viajar y conocer muchas cosas hagámoslo, consintámoslos, pero procurando siempre enseñarles el valor de las cosas.

    Démosles más tiempo no importa cuánto sea, pero el que sea que sea con la atención realmente puesta en ellos, (se de padres que pasan todo el día junto a ellos y no les dedican ni un solo minuto, mientras que otros que solo pueden pasar con ellos un par de horas al día o la semana pero las aprovechan al máximo, son de ellos, eso vale más ) escuchémoslos, brindémosles comprensión y paciencia, y aunque nos cueste, pongámonos a su nivel dependiendo de sus edades, aveces queremos que un niño de tres años obedezca, que a los 5 se quede quieto y a los 10 piense como adulto. No les pidamos imposibles …

    Concuerdo contigo cien por ciento en cuando a que no hay nadie que conoce mejor a nuestros hijos que nosotros mismos, pero eso no nos exime de la posibilidad de fallar, incluso ese mismo exceso de confianza y ese mismo amor incondicional puede volverse ciego y por eso dejar pasar por alto situaciones que no deberían suceder o dejamos de corregir lo que se requiere. Aunque nos duela, debemos poner límites desde pequeños; es mejor ganar su molestia por un rato que ponerlos en peligro o enseñarles algo mal !

    Hay padres que se enorgullecen porque sus hijos «les cuentan todo»; honestamente en lo personal no creo que todo; (no al menos después de los 11 años); pero como sea el problema no está ahí, el problema esta en que están tan enfocados en no perder esa confianza, que temen corregirlos y ahí se pierde el norte.

    Conozco otros casos en que nos negamos tanto a reconocer lo que no está bien en nuestros hijos que les alcahueteamos que sigan actuando mal. E incluso casos en los que no enfrentamos los problemas por no tener que afrontarlos o hasta por el «qué dirán» cuando es lo que menos nos debería importar. Otra vez, seamos fuertes !

    En cuento a tus preguntas si, la disciplina aunque no es fácil es la mejor ayuda que les podemos dar y la mejor herramienta que les podemos enseñar. Y si, la comunicación es primordial ! Debemos observarlos, «interrogarlos», aprender cómo funcionan, incentivarlos para que saquen el mayor provecho de sus habilidades y apoyarlos para que puedan superar las dificultades. «Resetear» un poco nuestro modelo de educación, y evolucionar con ellos. Hoy mucho depende de ellos desde muy chicos; así funciona ahora; no sirve de nada pretender decidir por ellos, pero si podemos ayudarlos a que tengan un criterio claro a la hora de decidir. No hace falta la violencia e intento no aplicarla; pero tampoco me torturo por haber levantado la voz o incluso por haber dado una palmada (hasta ahora solo he dado una ) cuando la he considerado necesaria. Más allá de eso si me parece inapropiado. Soy de las que piensa que es más efectivo un diálogo que los golpes; sin embargo, si soy partidaria de «los castigos», si hacemos algo mal las cosas no pueden seguir como si nada, todo tiene consecuencias y debemos asumirlas desde pequeños.

    A mí me falta aprender mucho ! Me equivoco demasiado; y me siento responsable por la ser parte importante en la formación de tres personitas, casi cuatro; (aunque no todos son propiamente míos; porque no siempre se necesita parirlos para ser parte activa en la formación de los niños que amamos, algunos solo llegan a volverse «nuestros» así sea solo de corazón, por circunstancias de la vida) pero me siento esperanzada y tú mensaje me hace sentir aún más positiva, he conocido niños felices y padres siendo felices con ellos. Conozco uno que otro papá súper cool ! Que puede serlo sin perder su autoridad y su papel. Si existen esas relaciones padre/ madre e hij@(s)que da gusto ver! Y esas historias ricas de escuchar y espero terminar siendo una de esas.

    Nunca faltarán las dificultades, pero no he tenido un solo día que no me haya visto sorprendida gratamente por ellos, o que me hayan hecho sentir al menos una vez más alegre y no hay un solo segundo en que no quiera ser mejor por ellos, para mí son la más honesta motivación !

    Siempre será una incertidumbre si al final lo hicimos bien, pero actuemos con conciencia y gocémonos el proceso, no vinimos a ser perfectos, vinimos por un tiempo limitado y debemos procurar ser lo más felices posibles y hacérselo lo más fácil a los que nos rodean para que lo sean también y siempre hay alternativas para hacerlo mejor.

    Estoy muy agradecida por ellos ! Son el regalo más hermoso que ha podido llegar a mi vida. No reneguemos, Aprovechemos cada etapa (es verdad que todas pasan muy rápido), todas tienen sus desafíos pero también su encanto! Disfrutemos la bendición de tener ese tipo de amor en nuestras vidas. Es un proceso duro pero que nos enseña demasiado.

    Hoy miro atrás y no puedo imaginar mi vida sin ellos! A estas alturas y siendo totalmente honesta la verdad no sé quién le dio más vida a quien ?

    F1836!

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    1. F1836
      Gracias por tu mensaje, es muy completo. Agradezco también que compartas tus experiencias ya que son valiosas para todos. Had tocado temas muy importantes.
      1. Aquellos que deciden no tener hijos a veces los tienen de alguna forma, son tios, nanas, mejores amigos de la familia que terminan siendo fundamentales para ellos. Cada cuál entrega su corazón de la manera que siente y a veces, que puede.

      Sobre ser amigos, este es un tema complicado; mis papás han sido mis amigos en varias etapas de la vida. Es difícil porque tenemos conflictos de intereses y se requiere estar listo para escuchar lo que sea, para apoyar y no juzgar aún cuando quieras intervenir.

      Todos queremos algo mejor para nuestros hijos que lo que tuvimos. He visto navidades con mas de siete regalos para un sólo niño. Lo triste es que uno se da cuenta como se pierde la emoción y la sorpresa cuando hay tanto, cuando hay exceso. Hace unos días leía una nita que me pareció muy apropiada: un número adecuado de regalos es tres, contando los de abuelos y tios; se debe regalar algo para leer, algo para usar y algo que quieran mucho. ¡Es otra teoría!

      Mil gracias de nuevo y estoy seguro que tendrás miñ historias positivas que compartir con tus hijos cuando crezcan, vas por muy buen camino.
      Todo lo mejor
      Luis

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      1. Gracias Luis por tu súper buena onda ! Espero que tengas razón y en el futuro este llena de esas historias que mencionas y que tenga la oportunidad de contárselas 😊.

        Y si, esta no es solo labor de padres por definición! todos intervenimos en mayor o menor medida en el desarrollo de los niños que nos rodean! Más allá de los nuestros, compartimos con varios de una u otra forma, con algunos por largos periodos de tiempo, que son con los que tenemos la dicha de estar cerca (así sea a la distancia), de verlos o acompañarlos a crecer y los sentimos casi nuestros y por supuesto que llegamos a tener una influencia en ellos. Depende de nosotros que esta sea buena o no. Aunque lo que inspiren los niños por lo general sea empatía y se ganen nuestro amor con facilidad; tenemos la facultad de decidir darles lo que nos nace, y aprovecho para expresar mi agradecimiento con todos aquellos que han decidido darles afecto a los míos, son gestos que nunca voy a tener como pagar.

        En cuanto a ser amigos tienes toda la razón ! Eso puede suceder y me alegra mucho saber que tú seas una de esas personas afortunadas. Esa es una de mis metas para cuando llegue el momento con cada uno de ellos. Lo que quise decir es que mientras están creciendo, cuando no se ha adquirido la madurez necesaria, y especialmente en esa época cuando las cosas son tan confusas, podemos ser influenciables, y nos tientan de más las decisiones irresponsables; necesitamos consejos de una mente clara, requerimos de una guía y que mejor que venga de nuestros padres ! que nos ayuden, que nos enseñen, que nos protejan. Que ya personas que quieran agradarnos y nos soporten en nuestras ideas descabelladas tenemos muchas.
        Pero igual es mi punto de vista.

        Tres regalos ? 😬

        Oye, te felicito por esta página y sobretodo por el compromiso que se ve, le estás imprimiendo.

        Hasta pronto !

        F1836

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  2. Excelente publicación!! intentamos hacer las cosas a la antigua y el mundo cambia a diario! no sólo aplica a padres.. aplica a todo: maestros que enseñan como hace 50 años, la misma forma de educar, las mismas materias, salones divididos por grupos de la misma edad??.. no deberíamos observar capacidades?… muchachos estudiando carreras durante 5 años y cuando salen ya todo ha cambiado! Creo que en este mundo cambiante, los padres aprenden de hijos y los hijos de los padres… y definitivamente creo más en el diálogo y el amor que en la correa!

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    1. Eli,

      Gracias por tus comentarios y por volver al blog. De acuerdo que todo cambia y el proceso de aprendizaje debe ser continuo y de doble vía. Quién cree que ya lo aprendió todo está condenado a quedarse en la ignorancia.

      Todo lo mejor y gracias de nuevo

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  3. Luis , como te escribí antes me gustó mucho lo que escribes del amor por los hijos! Bueno por un lado por que es la opinión de un papá.. un papá que siempre quiere estar presente a pesar del tiempo, trabajo ect. Pero el amor de madre a un hijo es indescriptible!! Traer vida al mundo y verla crecer es la esencia del amor más puro! Pero mi opinión de nómada de andar de un lado para otro cargando con mis hijos Me hace ver que las cosas no han cambiando. Es allá fuera donde te lo hacen creer.. he criado a mi hijos exactamente a base de la comunicación y disciplina de darles un abrazo cuando regresan de la escuela con detalles simple como su comida preferida o un simple chocolate arriba de su cama. Pero siempre firme así piensen que es la mamá estricta y cuando es no es no! Y nadie me saca.. tienen que ser disciplinados en todo eso es parte de ser feliz ! Los hacen más atentos de las pequeñas cosas y las grandes cosas las verán con más facilidad. Hay tantos libros que hablan de la disciplina!!! la rutina eso funciona! Llevar un plan diario desde hacer la cama hasta poner el despertador antes de dormir funciona desde pequeños! Son más activos, despiertos día con día . siempre he pensado que no soy amiga de mis hijos. soy su mamá lo cual no me contarán todo! Ni quiero saberlo ! Ellos tiene su privacidad ! Que sean auténticos! Pero si tiene algún problema estoy para escucharlos y darles mi opinión. Ya que a veces no lo ves con un problema tal y tratas de hacérselos ver ! (Eso pasa mucho..) pero ponerles frenos, el no dejarlos ir al viaje de la escuela o el último celular no me importa! Que pataleen todo el día! Hay madres que se preocupan hasta por la vida social de su hijos siempre tienen que hacer algo el fin de semana verse con amigos ir a fiestas! Pero porqué!! No tiene que ser así pueden quedarse en casa haciendo nada.. eso también es importante estar en casa en familia. Le digo que todo llega a su tiempo y les cuesta, pero si se puede. Cuando conoces otras personas muy distintas a ti en cuanto a culturas, religiones , llegas al punto de los hijos de como criarlos en estos tiempos que sean disciplinados, buenas personas… y dices, piensan como yo! Comunicarte desde pequeños hacerles ver con su ojos lo bueno y lo no tan bueno, disciplina, ser firmes en lo que corresponda, darles tu opinión en sus decisiones pero no siempre ganará la tuya! Y si no les sale bien mostrarles el hombro y que lloren un rato total las lágrimas a veces nos hacen ver que crecemos! Y creo que el trabajo estará hecho! Lo demás sale solo .. vuelven a ti, a verte y hasta puedes hacerles cosquillas de nuevo ! así tengan barba o novio!!

    Es mi opinión! No escribo muy bien!! Te mando un abrazo!! Saludos!!

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    1. Hola Mary!
      Escribes muy bien y agradezco tus comentarios.
      Dices algo que es muy importante y ya había leído en una opinión de otra persona: no tenemos que ser amigos de nuestros hijos! Es un tema clave porque no todos piensan igual y en ese querer ser amigos se compromete la autoridad. La disciplina es clave para todos los aspectos de la vida, las rutinas crean hábitos y los hábitos hacen a las personas.

      Hay muchas teorías afuera para afuera educar a nuestros hijos y ninguna es completa y están lejo de ser perfectas; para mí es un proceso de aprendizaje en el que vamos conociendo de primera mano nuestros hijos y apretamos o cedemos de acuerdo al caso.

      Agradezco mucho de nuevo tus comentarios
      Todo lo mejor!
      Luis

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