Emociones

¿Cómo manejar la ansiedad y todas esas emociones que se agolpan en nuestra mente antes de cualquier evento importante?

48 horas antes de correr mi primera maratón debo confesar que me invaden todo tipo de sensaciones. La ansiedad, la expectativa y el miedo, son algunas de las cosas que pasan por mi mente en estos momentos. Siempre ha sido de esta manera.

Por más acostumbrado que esté a hablar en público, por ejemplo, siempre he sentido ese conjunto de cosas en mi estomago antes de una presentación o de una entrevista. Lo mismo sucede antes de cualquier competición por más amistosa que sea, esa sensación de inseguridad que me invade desparece segundos después de empezar,pero siempre está ahí antes.

Hace unos días hablaba con algunos músicos de la orquesta quienes me contaban que experimentan algo similar antes de cada concierto. Ansiedad, ganas de empezar, visitas recurrentes al baño, pero todo eso desaparece después de los primeros acordes y todo se empieza a disfrutar a partir de ese momento.

Nuestra mente puede jugarnos malas pasadas con la ansiedad. Podemos congelarnos, bloquearnos mentalmente o incluso disminuir nuestro desempeño físico por el tema de la ansiedad antes de cualquier situación importante en nuestra vida. Tenemos que entender esas sensaciones que se apoderan de nosotros como algo positivo, es nuestro cuerpo reaccionando al estrés de la competencia o de la responsabilidad, poniéndonos en alerta y preparándonos para lo que viene.

La preparación empieza desde mucho antes, por lo tanto y si hemos sido responsables, en el momento final debemos estar listos para lo que se viene; ya sea una competencia, una presentación importante o una entrevista de trabajo, la tarea previa ya fue hecha y estamos listos. Ese es un mantra que debemos repetirnos todo el tiempo. Siempre faltarán cosas, siempre pudimos hacerlo mejor, pero la realidad es que estamos listos. Ese mantra nos servirá para aquietar las dudas y arrancar, pues todas las fuerzas, todas las ideas y toda la energía que necesitamos, estarán ahí cuando haga falta.

Tenemos que llenar nuestra mente con pensamientos positivos. Visualizarnos teniendo éxito en lo que vamos a hacer. Si dibujamos ese camino y nos sentimos recorriéndolo de manera exitosa, la mitad del trabajo estará hecho en la mente y el cuerpo simplemente seguirá. Hay que recordar que la mente es quien dirige, que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos si lo decidimos. Algo que me ha funcionado es visualizarme terminando lo que voy a hacer y celebrando, cruzando la meta, recibiendo los aplausos después de un concierto. Esas imágenes previas me ayudan a empezar. Después, es cuestión de mantenerse enfocado y seguir el libreto que tenemos preparado.

Es normal sentir temor. Simplemente no hay que dejar que el miedo nos paralice, hay que convertir todas esas sensaciones en determinación, en fortaleza. Todas esas emociones que se experimentan antes de cualquier evento importante son bienvenidas y necesarias, pero lo que debe quedar al final es la claridad mental de vernos triunfadores cuando todo termine.

Feliz fin de semana y compartan sus historias y lo qué hacen para vencer sus miedos.

Luis

4 comentarios sobre “Emociones

  1. Totalmente de acuerdo. Creo que todos hemos sentido visceral mente esas emociones, porque cuerpo y mente están íntimamente unidos, la cuestión es cómo lo manejemos, si permitimos que nos agobien, nos gobiernen hasta inmovilizar nos, o las usamos como herramienta para avanzar. Un abrazo.

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    1. Efectivamente es una relación directa que puede causar reacciones físicas. Entre más fuerte sea el impacto de nuestras emociones más severas las reacciones físicas. Todo está en controlar la mente, claro que no es fácil pero hay que trabajar en ello.
      Gracias por leerme y por tu mensaje
      Abrazos

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  2. Es muy emocionante leer tus entradas porque tienes una capacidad especial de compartir y de cierta forma trasmitir y contagiar mucho de lo que estás sintiendo y esta para mí tiene un significado personal.

    Creo que manejaste el tema con demasiada humildad; en realidad es muy admirable lo que hiciste. No me imagino lo que es poder entrar en un evento de esa magnitud; hace poco leí que esa maratón es una de las carreras más importantes que existen; y se que debió ser difícil desde desde decidirse a intentarlo, el hecho de clasificar, la preparación, la logística y todo por lo que debiste haber pasado para concretarlo.

    Todos nos enfrentamos a nuestros propios retos y libramos nuestras propias batallas y que sean grandes o pequeñas dependen esencialmente de la importancia que tengan para nosotros; pero esto bajo cualquier óptica fue algo realmente grande. En esa línea de meta he visto sucumbir ante las emociones a los que parecen más valientes y de sentimientos impenetrables; no sé si me equivoco porque nunca he participado en una carrera, pero puedo decir que tampoco estoy tan ajena al tema; y a mí modo de ver (luego me dices si estoy errada) es cómo un examen final en el que se pone a prueba la capacidad, la resistencia y de lo que estás hecho; y que para pasarlo necesitas todo de ti, porque con cada paso se mide el espíritu, llevas al cuerpo a límites insospechados en donde sin duda se sufre; en momentos casi hasta donde ya no se puede más, y eso llega a ser inhumano pero si se puede porque te refugias en tú propia fuerza, en el orgullo; en eso de lo que tienes lleno el corazón y también en las memorias y el agradecimiento por estar ahí y por el aliento que dan los que te gritan desde la barrera y debe ser extraño porque aunque lo haces al lado de miles de otros osados, cada uno hace su esfuerzo solo y se refunde principalmente en su propia soledad; y así llega el inevitable balance que alcanzas a hacer de tu vida y la permanente lucha por sobrevivir entre lo horrible que te puedes llegar a sentir físicamente y lo poderoso que te puedes sentir mentalmente; te debes encontrar peleando contra el dolor y debatiendo con la mente que aveces puede jugar de aliada y almorro instante de enemiga; pero que al final de cuentas te termina dando el valor que requieres para continuar hasta el final. Intento ponerme en tu lugar y las sensaciones que describes se quedan cortas; 42 kilómetros de pavimento por delante listos para recorrer es una cifra que le queda demasiado grande a mi más alta ambición deportiva; claro que sé que todo sigue un proceso que por supuesto incluye una preparación y quizás como yo no las tengo al pensarlo me atropellan mucho más las emociones y principalmente el miedo. Y por eso veo la dimensión que tiene para ti y para los que participaron el haberlo hecho. Y solo puedo decir que tienen todo mi respeto y fascinación.

    Tal vez me voy a salir un poco del tema que planteaste, pero quiero aprovechar el espacio básicamente para felicitarte; debes sentirte inmensamente orgulloso por haberte enfrentado a ese gran objetivo y haber salido victorioso, considero que es muy inspirador; también te agradezco los consejos que propones acá, seguro los tendré en cuenta en la próxima meta que me plantee.

    Espero que estés disfrutando muchísimo todo lo que debió dejarte está experiencia. Pienso que es un momento lleno de satisfacción y emociones fuertes que te quedan para toda la vida. Supongo que debió ser «peor » y mejor de lo pensado y me alegra mucho que hayas tenido la oportunidad de vivirlo.
    Que vengan más momentos felices para ti y los tuyos …

    Mía

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    1. Hola Mía,
      Muchísimas gracias por tu leerme y especialmente por esas bonitas palabras. Tienes razón en muchas cosas, sobre todo cuando describes los límites a los que se expone el cuerpo y las sensaciones que se tienen durante ese gran esfuerzo. Es una competencia consigo mismo y con todos los miedos y demonios que te hacen querer rendirte, sobre todo después de la milla 18. Pero también tienes todas las fuerzas con las que nunca creíste contar para querer llegar y sentir que lo lograste. Es toda una película con un gran final en el que poco importa si no ganas o de qué llegas , sino como haces las paces contigo mismo y con tus expectativas. Agradezco mucho tus palabras y el reconocimiento. Es difícil medir desde afuera la magnitud de lo que se logra, sobre todo cuando ves mis tiempos que para nada son buenos comparados con el resto, pero que para mí significan exactamente lo que tú describes. También me alegra saber que algo puedes sacar para tus propias metas.
      Un fuerte abrazo y gracias de nuevo por leerme y por dejar tu mensaje
      Luis

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