Cuando la música no es tu único trabajo.

Hay miles de artistas allá afuera tratando de abrirse camino en un medio que es extremadamente difícil. Es probable que, sin darte cuenta, los veas a diario en las calles o que incluso trabajes con uno de ellos, así no tengas ninguna relación con la música, más que disfrutarla cuando la escuchas.

Hacer música o cualquier otro arte no siempre te da para vivir; muchos de los artistas que ves en clubes o presentaciones privadas, tienen otro trabajo con el que subsisten mientras comparten el tiempo con una pasión verdadera.

Hoy mientras escribo esta nota, recuerdo con especial afecto al maestro Fernando Cancel. Lo recuerdo porque hace apenas unos días nos cruzábamos mensajes que poco tenían que ver con la música. Me decía: «Lucho, ya tenemos luz en toda la isla, nos costó pero logramos recuperar el fluido eléctrico a eso de las 2 de la mañana, yo llegué a las 3 a casa».

Fernando Cancel, la voz de tantas composiciones con las que nos hemos enamorado muchos de nosotros; el dueño de ese timbre característico de Haz Una Hoguera o de esa hermosa canción que está lanzando que se llama Te Amo Tanto, es el jefe de supervisores de la sección de calderas de la Termoeléctrica de Palo Seco en Puerto Rico, planta que es vital para la estabilidad de la energía que utiliza el norte de la isla. Y hablábamos del tema porque después de la serie de sismos que han azotado el país en los últimos días, la labor de todo el personal que trabaja en la planta, ha sido titánica para garantizar el servicio a los usuarios.

Fernando trabaja hace 27 años y medio en la industria de la energía. ¿Quién lo diría? La salsa que ha sido el medio por el cual lo conocen en varios continentes, ha sido un trabajo paralelo que comparte con turbinas y vapor.

Junto a Jeannette, el único y verdadero amor de su vida, se lanza a una aventura intensa y arriesgada: en marzo de 2020, Fernando le dice adiós a la energía térmica para darle la bienvenida a la energía de su proyecto como solista. Todo un reto que seguro le traerá muchas satisfacciones, porque la música que trae es espectacular, sentida e interpretada con el corazón.

Así como él, muchos de nosotros hacemos a diario otra cosa mientras llevamos la música por dentro. O si no que lo diga Alexis Rodríguez, con quien compartimos la oficina y el gusto por las canciones, o mi admirada Chris Montañez quien es mi blogera favorita sobre salsa y que con su pluma nos enseña las pequeñas grandes anécdotas de ese mundo mágico. Ella, también como nosotros, tiene su trabajo que comparte con la pasión de maelera y salsera entusiasta.

Llegará tarde o temprano la hora de seguir al maestro Cancel en sus pasos; nos retiraremos de lo que hemos hecho toda una vida, para hacer lo que quisimos hacer todo este tiempo. Eso solo prueba que los sueños, cuando vienen del corazón, son más fuertes que todo.

Por lo pronto, entre música y energía, seguimos disfrutando de las dos cosas y creando balance en nuestra vida.

¿Qué otra pasión comparten en sus vidas?

Nos leemos, feliz semana.

Los sueños nunca mueren, solo se aplazan.

Ayer veía en uno de los trinos de Carlos Arturo El Petiso Arango, un mensaje en el que decía que lleva 18 días poniendo a punto el inicio de su nuevo proyecto deportivo: Zona Libre De Humo Radio. Recordé las primeras charlas en las que me hablaba de su proyecto y de todo lo que rodea un esfuerzo monumental como este. Poca gente sabe todo el trabajo que hay detrás de bastidores para sacar al aire un programa deportivo.

Carlos es sin duda uno de los periodistas deportivos con mayor potencial en el país. Su estilo serio y profesional le ha servido para consolidarse como un referente no solo del deporte sino del diario vivir en Cali y el Valle del Cauca.

Hoy traigo su historia a Estructuradamente porque es un ejemplo fehaciente de lo que se puede lograr cuando se persiguen los sueños con pasión hasta hacerlos realidad.

No son solo 18 días. Zona Libre no es el resultado de la improvisación o del azar, la suerte no existe para el que trabaja. Zona Libre es el fruto de todo el esfuerzo, los sueños y el cariño que han entregado grandes profesionales.

Hoy, cuando suene el pito simbólico que dará inicio a este nuevo proyecto, no solo Carlos y el equipo de trabajo se sentirán felices, sino que, seguramente, don Gonzalo estará muy orgulloso atestiguando desde ese lugar especial el éxito de su hijo.

Para mí es un honor ser parte, aunque a la distancia, de este gran equipo, pero sobre todo saber que contribuí con algo a la materialización de este sueño.

Mi respeto a Carlos El Petiso Arango, Ricardo El Gato Arce, Pipe Espinal, Nelson Calceto, Jeferson Piña, Jorge Puerto,

Felipe Delgado, Manolo Ochoa, Eddie Salazar e Igor Dario.

Todo lo mejor en esta nueva aventura.

Los sueños nunca mueren, solo se aplazan.

Luis Lucho Salgado