En busca de la felicidad.

¨Es difícil hallar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible hallarla en cualquier otro lugar¨

Arthur Schopenhauer

Estoy seguro de que todas las herramientas para lograr la felicidad están dentro de cada uno de nosotros; también creo que no se debe buscar la felicidad como un estado constante de alegría, pues pienso que la felicidad está profundamente asociada con otros factores que, además, actúan de manera diferente en cada uno de nosotros. No depende de los bienes materiales ni de la sabiduría, tampoco de tener muchas personas a nuestro alrededor o de conocer muchos lugares, menos de la edad. Definitivamente creo que tiene que ver en primer lugar con estar en paz consigo mismo; después, es cuestión de organizar nuestras prioridades y expectativas y tener claro lo que queremos con todas nuestras fuerzas.

No hay una receta universal para ser feliz. Hay miles de libros y artículos que hablan sobre como tener éxito o que nos presentan a grandes líderes como referentes en el tema de la felicidad. Sin embargo, y a mi manera de ver las cosas, no existe un solo camino para llegar a ella. Son diferentes los retos y las pasiones que nos mueven en la vida. Tampoco se debe crear una presión excesiva en busca de ser feliz, mucho menos inculcar en los niños esa necesidad por estar bien todo el tiempo. La vida, como una montaña rusa, nos trae subidas y bajadas, risas, lágrimas, sorpresas, noticias y la mejor manera para afrontarla no es tratar de sonreír todo el tiempo, sino aprovechar todas las experiencias de la mejor manera posible. Se aprenden muchísimas cosas de lo bueno y el doble de ellas de lo malo.

Permítanme compartir con Uds. Algunos ejemplos sencillos:

Bruno es un niño de cinco años que no se guarda sonrisas; se maravilla con todo lo que le regalan, ama el pastel de chocolate y juega todo el tiempo aun cuando hace sus deberes. Hay una enseñanza muy grande en su manera de recibir los regalos: ¡se alegra! Se emociona con todo de manera que disfruta todo lo que le dan. No compara, aunque le gustan los autos azules, todo es bienvenido; ve en cada detalle un motivo para agradecer y para sonreír, le da a cada cosa el valor espiritual de quien la recibe por encima del valor material. Si todos lográramos mantenernos de la misma manera y ver en cada regalo de la vida algo maravilloso, también sonreiríamos más y nos decepcionaríamos menos.

Annie es una adolescente que ha aprendido mucho de sí misma. Se ha adaptado a ambientes diferentes y tiene una filosofía de vida muy simple: multiplica por cero todo lo que no le hace bien. Claro que a veces le afectan las cosas, la vida trae cosas positivas y otras no tan buenas de vez en cuando, pero ella ha aprendido a no quedarse en lo negativo, a moverse rápido y rodearse de personas y de experiencias que le aporten. Si cada uno de nosotros hiciera lo mismo y dejara de dar círculos sobre los errores cometidos o las decepciones vividas, tendríamos más tiempo para perseguir lo positivo y alimentarnos de solo buena información.

Carlos tiene 72 años y es el hombre más tranquilo que conozco. Le gusta viajar, comer su plato favorito, le encanta el cine, el dinero y vivir bien. Con estos gustos uno podría pensar que siempre ha perseguido una situación económica boyante. Carlos, sin embargo, no es un hombre adinerado. Su éxito radica en manejar adecuadamente sus expectativas. Disfruta plenamente de cada oportunidad, no sufre por lo que no tiene ni atesora las cosas materiales más de lo que debe. Está en paz; esa tranquilidad le permite despojarse del dolor que causan los apegos y apreciar cada situación de la mejor manera posible.

Son muchas las personas que a lo largo de mi vida me han enseñado que con pequeños detalles se construye tranquilidad y que esta, da origen a la felicidad. No todas estas enseñanzas han sido filosofías de vida. Tengo amigos que se ponen retos a diario para mejorar su condición física, otros que encuentran en la música la mejor aliada para sobrellevar todos sus estados de ánimo. Conozco personas que a través de su fe han encontrado la forma de enfrentar el dolor y sobreponerse a él.  Hay quienes dejaron todo por buscar sus pasiones, los que a través de enseñarle a los demás se conocen ellos mismos. Ninguno de ellos es feliz completamente, porque creo que ese estado no es permanente, pero todos tienen en común una cosa: han podido encontrar dentro de sí mismos la manera de disfrutar lo que son y lo que hacen, y por ende están más cerca de ser felices.

Hace mucho no escribía por diferentes razones. Quise escoger este tema porque me parece muy importante compartir algunas de las lecciones que he aprendido sobre la felicidad. Es un tema muy amplio y muy complejo, no hay recetas ni pociones mágicas, pero si les puedo asegurar que dentro de Uds. Está todo lo que necesitan para ser felices.

Gracias por visitar el blog y por leerme; espero que me cuenten sus propias experiencias y cómo están trabajando para lograr la felicidad.

Fuerte abrazo,

Luis

8 comentarios sobre “En busca de la felicidad.

    1. Creo que tienes razón en que no se puede esperar para siempre, el presente reclama que actuemos, sin embargo cada decisión es diferente y nos propone retos diferentes. La felicidad radica en estar tranquilo consigo mismo, lo demás viene por añadidura. Gracias por tu comentario
      Saludos

      Le gusta a 1 persona

  1. Pensándolo bien yo soy feliz… lo que dices al principio de tu escrito es lo mas importante: estar tranquilo con uno mismo y luego con los demás genera necesariamente felicidad, y así como hay diferentes clases de amor, deben haber diferentes tipos de felicidad, (aspiro a conocer más felicidades), un tip… salud mental + salud física : FELICIDAD. Así que a disfrutar cada día de las cosas pequeñas, y a sobreponerse de lo malo. Un abrazo Luis.

    Le gusta a 1 persona

  2. A mí modo de ver la felicidad es un estado de plenitud absoluta y como tal como una constante no existe; pero si podemos tener momentos felices; y de eso se trata; de una búsqueda incesante para regalárnoslos; pero son eso, momentos !porque ese sentimiento ideal siempre va a estar interrumpido por preocupaciones; por problemas; por cosas que nos suceden o les suceden a nuestros seres amados. Pienso que tendríamos que estar solos en la vida y aislados completamente de todo, para que nuestra felicidad dependa en exclusiva de uno mismo y de ser así que aburrido sería; considero que las cosas más importantes de la vida cobran real sentido cuando las compartimos con las personas que queremos; es innegable que en ocasiones nos produce más felicidad algo bueno que le suceda a una persona cercana, que lo que hacemos por nosotros mismos.

    Sin embargo, no desconozco que efectivamente de cada uno depende nuestro bienestar; y nuestro balance. Es algo de lo cual nos debemos hacer cargo porque son cosas que están bajo nuestro control. Si no me gusta algo de cómo soy, de lo que hago, de lo que tengo, de como vivo; es mi responsabilidad cambiarlo y de nadie más.

    Para mí tú tema se trata más de tomar la decisión de manejar una actitud positiva ante la vida; constantemente nos vamos a ver enfrentados a diferentes situaciones donde va a ser necesario reaccionar de forma acorde y vamos a experimentar todo tipo de sentimientos. Pero está en nosotros el esforzarnos por prolongar lo bueno y superar lo más rápido posible lo malo; evitando en todo momento ser carga negativa (si no puedo ayudar a mejorar algo al menos no lo empeoro; si no puedo hacerle la vida más feliz a la gente que me rodea, al menos no se las complico más)

    Igual eso (como todo lo que vale la pena) no es fácil, somos por naturaleza insatisfechos, crecemos con la idea errónea de una felicidad idealizada que se fabrica cumpliendo un montón de requisitos; llenar esas expectativas se convierte en una lucha ambiciosa que no nos permite disfrutar lo que nos pasa, porque nada llega a ser suficiente; condicionamos nuestro bienestar a un sin fin de factores y nos parece un derecho ser infelices y quejarnos por todo; además somos egocéntricos, cómodos y nos acostumbramos a culpar a los demás de todo lo malo que nos sucede y bajo esas premisas el simple hecho de estar bien, se vuelve algo que se sale de las manos. Además también somos contradictorios; nos encanta auto sabotearnos y nos ponemos en encrucijadas complejas en las que si elegimos algo, lo más posible es que debamos sacrificar otra parte de nuestra felicidad.
    Quizás de ahí que sea tan conocido el
    dicho popular, de que no hay felicidad completa.

    Aunque para mí no es lo mismo; sensaciones como la tranquilidad, la satisfacción, la alegría, el éxito, la emoción, el placer, si son estados que nos brindan instantes felices. El objetivo es crearnos más de esos; con el tiempo vamos aprendiendo a reconocer claramente lo que nos llena, y lo que necesitamos para alcanzar ese equilibrio interior; busquemos eso; algo fundamental para mí y que dejaría como consejo es siempre contar con al menos una motivación que nos adicione significado para seguir adelante cada día (diferente a la rutina y a lo que tengo que hacer) llámense sueños, pasiones, espiritualidad, personas o lo que sea que sea para cada quien ese motor

    Qué bueno que volviste !
    Espero que todo ande bien contigo.

    Mía

    Le gusta a 1 persona

    1. Hola Mía,
      Gracias por tu comentario.
      Tienes razón en la manera como planteas tu argumento, sin embargo estoy convencido de que solo tú puedes hallarla. Las cosas externas te brindan satisfacciones puntuales pero no te llenan completamente; jamás vas a ser feliz a través de los ojos o las experiencias de alguien más. En cambio, cuándo estás bien, todo el mundo parece funcionar mejor, ¿de acuerdo?
      Las motivaciones son vitales en nuestra vida, prepararse para una carrera de atletismo, un proyecto, aprender algo nuevo, siempre serán motivos que nos mantendrán entusiasmados y apasionados, así que bienvenidos esos retos.
      Finalmente estamos de acuerdo. Es un tema complejo y como siempre, yo no soy perfecto, solo intento compartir un poco de lo que he aprendido.
      Gracias de nuevo por leerme
      Todo lo
      Mejor

      Me gusta

  3. Cuando estamos bien nos convertimos en mejores seres humanos, actuamos mejor y por eso todo funciona mejor. Pero el hecho de estar bien no nos exime de que nos pasen cosas malas, esas llegan en cualquier momento.

    De todas formas yo no contradije nada de lo que planteaste; estoy de acuerdo en que de uno depende mucha de nuestra felicidad, pero no todo, independientemente de lo claro que uno tenga lo que quiere en la vida o lo que lo hace feliz, hay cosas que se salen de nuestro control. Por eso dije que es tan complejo encontrarla.

    Las motivaciones son importantes pero a la final son solo «parte de » lo que requerimos para mantenernos alegres, satisfechos, tranquilos y demás; pero por más espectaculares que sea experimentar esos estados, no nos dan la plenitud  …

    Gracias por la respuesta !

    Le gusta a 1 persona

Replica a estructuradamente Cancelar la respuesta