La Noche parte 1 (micro cuento)

Estaba nervioso. Tenía la sensación de que un depredador estaba cerca, acechando, en medio de las sombras. El sol dio sus últimos brillos y partió; llegaba la noche, la cómplice, la de los bajos instintos y las pasiones profundas. Tenía miedo y se podía oler, no se podría defender, su olfato le decía que el mismo diablo había bajado esa noche. ¡Sí, bajado! Eso se siente, se teme, se huele, se sabe. Tenía que entrar y decidir por fin su suerte.

Tuvo miedo. ¡No! Nunca había dejado de tenerlo realmente. Quizá no me note, se dijo; quizá si no hago ruido, si no llamo la atención. Quizá no se fijaría en ella y podría retenerla una vida más. Y entonces entró. No lo vio en ninguna parte, respiró profundo y agradeció al que todo lo puede. Cuando volteó para disfrutar de la noche, a su modo, sintió la presencia del que domina lo humano, lo básico, lo desenfrenado. Intentó huir pero ya era tarde. Una mirada de fuego lo atravesó sin resistencia y solo lo dejó ir para dominar los ojos de aquella que no quería perder. Pudo sentir como se le escapaba el alma y la de ella; pudo ver que estaba perdido. Él estaba ahí y la había reclamado. Podría pelear, moriría seguro, pero igual para qué su vida sin ella. Tuvo miedo. ¡No! No había dejado de tenerlo jamás.

Deja un comentario